Nuestra vida está llena de momentos que nos hace sentir emociones positivas o negativas. Uno de los sentimientos que aparece con las emociones negativas es la culpa. Si no se sabe manejar te puede bloquear. Si aprendes, puedes sacar el lado positivo de las cosas y romper el camino al castigo, cambiándolo al aprendizaje.
El miedo al abandono, hace que el sentimiento de culpa influya en las personas, y dificulta la responsabilidad vital. Te hace que dejes de creer en ti y que no mereces nada. La consecuencia es ser como quiere el otro/a, para que no te abandone.
Cuando se produce un choque entre lo ideal y lo vivido, se reacciona de varias maneras, se siente culpable de todo, o, se culpa de todo, todo, todo a los demás para no hacerse responsable de lo sucedido, y tiene que llevar la razón, y la otra es de culpar a la situación, sin tomar responsabilidad.
Ni Juan ni juanillo, el sentimiento de culpa es una señal de que algo no esta bien, tomas la responsabilidad que te concierne, pides disculpas en la parte que te toca y admite que tus formas son erróneas. Hay quien ataca por miedo a ser abandonado/a o juzgado/a.
Siempre hay que sacar lo bueno de la culpa, ya que eso es una de las cosas que nos diferencia de los/as psicópatas, es una emoción que avisa de que algo se hizo mal. Toma las riendas y responsabilízate, y hazte cargo de ti. Si asumes tu responsabilidad y cambias el castigo por aprendizaje, cada vez serás más feliz. Reflexionando, comprobarás que hay otras formas para poder conseguir tu objetivo y darte cuenta de que cada uno da lo que tiene, aunque vaya de justo/a por la vida. Tarde o temprano aunque te creas perfecto/a por la ley de causa y efecto, pagas por cada error, como dice paulina rubio en su canción.
“Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.” SÓCRATES.
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