viernes, 29 de octubre de 2010

Sanar y Equilibrar las Emociones

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y de comportamiento que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.

En nuestra vida diaria, las emociones juegan un papel muy importante. Hay que evitar que las emociones sobrepasen los límites saludables y que se instalen de manera permanente, porque podrían dar lugar a alteraciones físicas y psíquicas que nos conducirían directamente a la enfermedad. Gozar del equilibrio de nuestras emociones facilita el mantenimiento de la salud e impide la gran aparición de enfermedades psicosomáticas.

Estas emociones corresponden a la Tristeza, Alegría, Preocupación, Miedo. Sea cual sea el origen, todas las emociones se producen dentro del mismo escenario. Nuestro cerebro. Gracias a nuestro cerebro sentimos y vivimos todos los procesos emocionales.
Las emociones nos hablan con un lenguaje sensible, escucharlas es escucharnos a nosotros mismos.

Cuando las emociones se reprimen, el cuerpo se subleva  contra sí mismo y activa entonces señales de alarma para llamar nuestra atención e intentan liberarse de los obstáculos internos que desequilibran su bienestar.
Dentro de los tratamientos naturales que nos pueden ayudar a tomar conciencia de nuestro estado emocional están las Flores de Bach. Ofrecen una vía para liberar las corazas y tensiones que acumulamos. Esta terapia contribuye a establecer lazos de armonía entre la “razón” y el “corazón”. Ayudando a restablecer el equilibrio y la fusión entre los dos.

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